"Las empresas familiares generan
problemas por naturaleza y siempre se las asocia con conflictos. Por eso, su
manejo implica tomar medidas antes de que estos estallen. De esa manera, se trabaja de forma racional, no emocionalmente.
Las soluciones
A medida que la firma familiar crece, los problemas que aparecen son cada vez mayores y más difíciles de solucionar.
Por eso, es indispensable gestionar la compañía de forma profesional.
Dos aspectos clave para la profesionalizan de la empresa son la instauración de los órganos de gobierno y del protocolo familiar.
Los órganos de gobierno (junta de accionistas, consejo de familia y directorio) deben mantener reuniones periódicas en las que los roles y los objetivos de cada órgano estén claros.
Por ejemplo, las reuniones del consejo de familia deben ser exclusivamente informativas. La idea es que toda la familia esté al tanto del manejo de la empresa de forma clara y abierta. A mayor claridad, menor posibilidad de conflicto.
El protocolo familiar es un documento en el que se establecen las reglas que hacen a la familia y a las relaciones entre ésta y la empresa. Es aquí donde debe describirse y especificarse cómo se implementará el proceso de sucesión.
Pero, además, incluye otros temas como la participación de los parientes políticos en la compañía, si los hijos tienen que realizar una experiencia previa antes de ingresar a la firma familiar, o qué pasa con la propiedad si algún familiar directo no puede o no quiere trabajar en la compañía, pero quiere participar como accionista.
La creación del protocolo implica la participación de toda la familia. Debe realizarse de manera consensuada para que sea legítimo y aplicable.
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